martes, 31 de marzo de 2009

ACERINOX, A CONTRACORRIENTE

A contracorriente. El acero inoxidable está siendo inmune, al menos hasta ahora, a la corrosión que provoca la actual crisis económica y financiera mundial en los resultados y expectativas de muchos sectores y empresas. El futuro ha vuelto a sonreír a Acerinox, el gigante español del acero inoxidable, tras un complicado y agridulce 2007 con un primer semestre excepcionalmente bueno para sus resultados y un segundo semestre que fue todo lo contrario. Desde comienzos de este año se están recuperando los precios base del acero inoxidable, se mantienen bastante estables los de su principal materia prima, el níquel, crece la cartera de pedidos del grupo, e incluso la cotización de sus acciones -que se depreciaron un 26,98% en 2007- se comporta en términos relativos mejor que el Ibex 35.La siderúrgica española y su socio japonés Nisshin Steel acaban de anunciar, y es una muestra más de su confianza en el futuro según los analistas, una multimillonaria inversión en una nueva planta de producción en Malaisia.
"La del acero inoxidable va a ser la siderurgia menos afectada por la crisis económica, y a nosotros, en Acerinox, tampoco va a repercutirnos demasiado", admitía el jueves último su consejero delegado, Rafael Naranjo, en conversación con este diario.
Un pronóstico basado en la experiencia de los últimos 50 años que, según dice, muestran tasas de crecimiento mundial en la demanda de estos metales brutos del 6% anual y de casi el doble en la tasa de demanda de acero inoxidable que se registra en los países desarrollados. El desarrollo económico en países como China, India e Indonesia, y en sectores nuevos y de fuerte crecimiento como los de fabricación de biocarburantes, desaladoras o energía nuclear, también avalan el crecimiento sostenido, con crisis o sin ella, de estos productos siderúrgicos.
Un año con dos caras"Además, en el caso de Acerinox", agrega su consejero delegado, "la diversificación de actividades, productos y mercados" le permite compensar la marcha de unos negocios con otros, o de éstos con aquellos mercados, y sortear mejor un entorno de crisis. En este caso la experiencia de Naranjo se remonta a los 38 años que lleva como directivo en la siderúrgica.
Acerinox cerró 2007 (véase información gráfica adjunta) con un beneficio de 312,3 millones, que supone un descenso del 37,9% respecto a 2006. La facturación alcanzó los 6.900,8 millones y superó en un 22,4% la del año anterior.
Sus resultados han estado muy afectados por el desplome de los precios del níquel en el mercado internacional, donde en tres meses pasaron de un récord de 54.200 dólares por tonelada a menos de la mitad (25.000 dólares). Una situación que provocó una importante retracción de la demanda, ya que los almacenistas optaron por sacar al mercado sus existencias -adquiridas más caras hace unos meses- y retrasar nuevos pedidos a la espera de que se redujeran los precios del inoxidable. El níquel supone cerca del 75% del coste de los productos que fabrica el grupo español.
"Acerinox", señala un reciente informe de BBVA Research bajo el epígrafe '2007: Un año de dos caras', ha registrado "pese a todo los segundos mejores resultados de su historia en términos absolutos, aunque con un segundo semestre (margen sobre ebitda de -3,9%) completamente diferente del primer semestre (margen sobre ebitda de +17,5%)", dejando el margen del resultado operativo bruto de 2007 en el "9,5% (el más bajo de los últimos 15 años)".
En todo caso, en las últimas semanas, los gestores del grupo se han mostrado muy optimistas, en una comparecencia ante analistas, tras constatar el buen desarrollo de su negocio en los primeros meses de 2008. Afirman que las provisiones extraordinarias efectuadas a final de 2007, de 97,4 millones, "son suficientes a la vista de la situación de mercado". Adelantan que el resultado operativo bruto en enero ha sido superior al del pasado ejercicio y que la cartera de pedidos de final de enero ha sido "la mejor desde mayo de 2007," mes que marcó el pico del ciclo positivo del acero inoxidable.
Acerinox, que llevaba meses estudiando con Nisshin la apertura de una fábrica en India para atender el mercado asiático, ha optado finalmente por ubicarla en Malaisia, donde cuenta con mejores infraestructuras. La planta, que va a requerir una inversión de 981,4 millones de euros (1.500 millones de euros) y entrará en funcionamiento en 2011, tendrá capacidad para producir un millón de toneladas al año de acero inoxidable y 600.000 de laminación en frío.
Los datos y proyectos adelantados por la siderúrgica, la alianza con Nisshin y el precio al que cotiza ha llevado a varios analistas a recomendarla a los inversores (Banesto, Kepler, Caja Madrid, Ahorro Corporación). "Acerinox parte de una situación de ventaja respecto a sus competidores para beneficiarse de la recuperación de precios del sector", dicen los analistas de BBVA, y agregan que "la posibilidad de que la acción sufra en el corto plazo por la percepción de menores oportunidades de protagonizar un episodio de fusiones y adquisiciones queda compensada por el mayor atractivo del grupo".
Los analistas de Citi, sin embargo, se muestran más cautos. Creen que las buenas perspectivas de Acerinox tardarán aún tiempo en materializarse.

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