martes, 21 de abril de 2009

NUEVA PLANTA ACERINOX

REPORTAJE: Empresas & sectores
Asia bien vale una fábrica
Acerinox se lanza, en plena crisis, a la construcción de su cuarta planta en el mundo, confiada en que la demanda de acero inoxidable repuntará en dos años
FERNANDO BARCIELA 19/04/2009

Puede que parezca temerario construir una nueva y gigantesca planta integral de acero inoxidable en Asia. Justo ahora, cuando incluso ahí ya dicen adiós a los crecimientos del 6% o 9% y en el resto del mundo la frase de orden es "reducir producción". No así para Acerinox, líder mundial del acero inoxidable, que ha decidido avanzar en su plan de implantarse industrialmente en Asia Pacífico y completar su mapa de presencias globales, un mapa que incluye ya tres plantas: Gibraltar, Estados Unidos y Suráfrica.
El vaivén de las materias primas
India se acerca a España
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La producción mundial de acero inoxidable cayó un 6,9% en 2008
El grupo ha puesto en marcha un ERE temporal en el Campo de Gibraltar
Quizá la primera razón para seguir con el proyecto haya sido el que los planes de la empresa para instalarse en Asia venían de hace por lo menos cuatro años. Pero lo más importante es que en Acerinox están convencidos de que, incluso con crisis, la región seguirá creciendo. "En los últimos años, Asia, especialmente China, ha tenido crecimientos del 25% y 30% en el consumo de acero inoxidable", expone Rafael Naranjo, presidente de la empresa. "Ahora mismo crece por encima del 10%. La verdad, no pensamos que ese mercado vaya a sufrir un parón". A lo que habría que añadir que la planta tampoco va a empezar a funcionar ahora mismo. El periodo de construcción de la primera fase será de unos dos años. "Esperamos que la situación en ese momento haya mejorado", añade Naranjo.
Para Acerinox, producir en Asia es esencial. Aun cuando algunos de sus competidores suministren a sus clientes de todo el mundo desde una o dos plantas, uno de los puntales del fuerte crecimiento de Acerinox, a partir de los años noventa, ha sido su estrategia de situar plantas en los principales mercados. "El haber construido plantas nuevas en los principales mercados, bien comunicadas, con todo el ciclo de producción integrado, con distribuciones en planta diseñadas por nosotros", explica el presidente, "nos ha hecho muy competitivos". Esto, unido a su fuerte presencia comercial en todo el mundo, le ha convertido en líder de los aceros inoxidables, por delante de gigantes como Thyssen Krupp, Outukumpo e incluso Arcelor Mittal.
Igual que su planta de EE UU marcó un antes y un después, la empresa espera que la nueva planta de Malaisia dispare sus ingresos en Asia, donde vende entre el 14% y el 17% de su producción, frente al 44% de Europa y el 36% de América.
Acerinox se tomó la ubicación de la planta con sumo cuidado. Durante años estudió localizaciones y optó por instalarse en una zona central, a medio camino entre el emergente mercado de India y el más consolidado de China. También cerca de otros muy importantes, como la propia Malaisia, Singapur, Indonesia o el resto de Indochina.
La planta (que se levantará sobre 140 hectáreas de terreno) no va a estar en ningún rincón perdido de Malaisia, sino en Johor Bahru, al lado de Singapur, en un nuevo puerto y polígono industrial puesto en marcha por el Gobierno de Kuala Lumpur. "Un factor básico para la competitividad de la planta", aclara Naranjo, "es su situación cerca de Singapur y al lado del que va a ser el mayor puerto del mundo". Pese a que no recibió ayudas directas del Gobierno, "Acerinox sí disfrutó de todo su apoyo para localizar terrenos y asegurarse la infraestructura necesaria", añade.
A pesar de lo ambicioso del proyecto -que prevé una inversión total de 1.500 millones de dólares-, todo indica que se trata de un riesgo controlado. Acerinox se reserva el 67% del capital. El 33% restante se reparte entre las japonesas Nisshin Steel y Metal One, accionistas de la empresa española. Además, aun cuando el proyecto final es instalar una planta integral con capacidad para 1,1 millones de toneladas, éste se implementará por fases, a lo largo de varios años. En la primera, cuya inauguración se prevé para 2011 y que costará 320 millones de dólares, el objetivo es tener operativo un taller de laminación en frío. "Una vez que esté en marcha esta primera fase", señala el presidente de Acerinox, "se decidirá la siguiente, lo que dependerá de las condiciones del mercado". Es el esquema habitual de la compañía. "Tardamos doce años en completar la planta de Gibraltar, iniciada en 1970, igual que la de Kentucky (EE UU), que se inició en 1990", agrega Naranjo.
De momento, y pese a la apuesta asiática, el mal estado del mercado mundial ha obligado a Acerinox a ajustar la producción en sus tres plantas. La producción mundial de acero inoxidable, que empezó a decaer en el 2007 (un 2,9%), se recortó claramente el año pasado, en que cayó de 27,8 a 25,9 millones de toneladas, un 6,9% menos. Consecuencia de una menor actividad en sectores como el automóvil o los bienes de consumo duradero como los electrodomésticos. Esta situación se prolongará a lo largo de 2009, un ejercicio que en Acerinox tachan ya, por adelantado, de difícil. En el Campo de Gibraltar, la empresa ha logrado que le aprobaran un ERE temporal para toda la plantilla, una reducción del 50% en el tiempo de trabajo entre el 1 de marzo y el 31 de diciembre. Medidas similares -sin necesidad de autorizaciones administrativas- fueron adoptadas en las plantas de Kentucky y Columbus (Suráfrica).
El vaivén de las materias primas
La caída del consumo mundial de acero inoxidable le pasó factura a Acerinox en 2008, que registró una fortísima bajada de ventas, desde 6.901 millones de euros a 5.051, un 26,8%. Más daño aún le produjo a la empresa la inevitable caída de los precios de las materias primas, especialmente del cromo y el níquel. Esos dos minerales suponen alrededor del 75% de los costes de producción de los aceros especiales que produce Acerinox, lo que obliga a grandes inversiones en existencias y hace que cualquier movimiento en los precios de esas materias primas tenga una repercusión inmediata y traumática sobre los beneficios, vía apreciación o depreciación de activos circulantes. Y la sufrió, sin duda, pues el níquel, a casi 35.000 dólares la tonelada en marzo, bajaba a 10.000 en diciembre.
"A resultas de esa bajada de precios", explica el presidente de la empresa, "hemos tenido que hacer provisiones por valor de 128 millones de euros para ajustar el coste de las existencias a los de mercado, lo que nos llevó a un resultado negativo de 10,2 millones (frente a los 312 millones de beneficios del año anterior)". Muchas o pocas, fueron las primeras pérdidas de la compañía desde hace 37 años, todo un símbolo de la virulencia con que la crisis ha azotado a este sector. Aun así, y quizá por ese carácter coyuntural de las oscilaciones de las materias primas, la sensación de que éstas puedan haber alcanzado su suelo y una cierta percepción de que nos encaminamos hacia el final del túnel, lo cierto es que el título de Acerinox se ha portado bastante bien en las últimas semanas. El 5 de marzo cotizaba a 8,10 euros. El 9 de abril, a 10,87, un 34,2% más en un mes, 25 sesiones para ser exactos. -



Fotografía: Instalaciones de North American Stainless
Otras ediciones

Instalaciones de North American Stainless, compañía fabricante de producto plano en Estados Unidos del Grupo Acerinox.-

ThyssenKrupp Alemana

FRANCFORT (Reuters) - ThyssenKrupp, la mayor productora de acero de Alemania, planea recortar 4.000 empleos y alivianar su estructura gerencial, dijo el domingo el periódico local Welt am Sonntag.
Las nuevas medidas, que se presentarán en una reunión del directorio ejecutivo el lunes, son más amplias que las que había presentado en marzo el presidente ejecutivo de la firma, Ekkehard Schulz, agregó el periódico sin especificar de dónde había obtenido la información.
Las cinco unidades independientes de ThyssenKrupp serían fusionadas en la matriz, lo que reduciría la influencia de sus ejecutivos y representantes gremiales.
"Son todas especulaciones", dijo Schulz a Reuters el domingo consultado sobre el informe del diario.
"El directorio de supervisión decidirá el 13 de mayo. Hasta ese momento prepararemos los documentos de respaldo", añadió.
El plan que presentó Schulz a fines de marzo incluía la fusión de los negocios de acero, inoxidables, elevadores y servicios en dos nuevas divisiones, en un intento por ahorrar 500 millones de euros (655,5 millones de dólares) por año.
El ejecutivo dijo entonces que no podía descartar despidos compulsivos pero no dio detalles.
Welt am Sonntag dijo que el nuevo plan prevé despedir a 2.000 personas en el negocio de acero y otras 2.000 en otras unidades.
Este mes, ThyssenKrupp indicó que podría reportar una pérdida neta para el año fiscal por la caída de la demanda de bienes de capital ante la crisis económica global.
(Reporte de Peter Starck. Reporte adicional de Arno Schuetze, Tom Kaeckenhoff y Marilyn Gerlach; Editado en español por César Illiano)

lunes, 13 de abril de 2009

SIGUE CAIDA DEL NIQUEL

Una caída manejable
Publicado el 08-04-09
Reveladoras, por decir lo menos, resultaron las cifras correspondientes al comportamiento del comercio exterior colombiano durante el mes de enero. El desempeño del intercambio de bienes y servicios con el resto del mundo era esperado ansiosamente por los expertos, debido al estallido de la crisis internacional. Si bien todos esperaban una caída, lo importante era tanto la magnitud de la contracción, como la evolución de diversos mercados. No hay que olvidar, por ejemplo, que el Banco de la República estima que el descenso de las exportaciones será cercano al 25 por ciento en el 2009 y que el saldo en la balanza comercial pasará del negro al rojo.Así las cosas, el resultado fue malo, pero no alarmante. Aunque según el Dane la reducción fue del 13,2 por ciento, hubo elementos que ayudaron a mitigar el desplome. Tal fue el caso de las ventas de petróleo cuya cotización internacional pasó de más de 100 dólares por barril a cerca de 40 entre un año y otro. Sin embargo, en el mismo lapso la producción interna creció notablemente, con lo cual los despachos en toneladas aumentaron 32 por ciento. Dicho lo anterior, eso no evitó que las exportaciones de crudo y sus derivados pasaran de 869 a 502 millones de dólares. Como consecuencia de ello, y por primera vez en la historia del país, el carbón ocupó el primer lugar en las estadísticas, con entregas por 610 millones de dólares. También fue aceptable el comportamiento del café, más afectado por la baja de la cosecha interna a raíz del fuerte invierno, que por el descenso de los precios internacionales. Debido a ese factor, las ventas del grano descendieron 12,7 por ciento, hasta 169 millones de dólares. En cambio el ferroníquel anda de capa caída con exportaciones de casi una tercera parte de las registradas en enero del 2008, ante los problemas que enfrentan las principales siderúrgicas, golpeadas por la contracción de la demanda mundial de acero inoxidable. No deja de resultar irónico que, hace un año, Cerro Matoso tuviera que suspender su producción durante más de dos meses debido a una absurda huelga en pleno auge de cotizaciones y ahora, operando normalmente, encuentre condiciones de mercado radicalmente diferentes.Por su parte, en el ramo de las exportaciones no tradicionales, también hay luces y sombras. Si bien estas retrocedieron 13 por ciento, hasta 2.461 millones de dólares, es notable que en ciertos destinos hubiera una dinámica positiva a pesar del difícil entorno. Tal fue el caso de Perú y Ecuador con incrementos modestos de 4,5 y 1,5 por ciento respectivamente, para no hablar de los Países Bajos en donde el alza fue de 267 por ciento. Además, es destacable que las confecciones lograran subir sus ventas en 10,7 por ciento, a pesar del desplome de los envíos a Estados Unidos y Venezuela. Por otro lado, hay que resaltar que en los mercados diferentes a Sur América, la Unión Europea, Estados Unidos y los grandes de Asia, se presentó un incremento de 25 por ciento en la facturación de productos colombianos.En contraste, es claro que hay bienes muy golpeados por la coyuntura. Tal es el caso de los plásticos, el hierro y el acero, las flores y los automóviles. Para cada uno hay explicaciones que se enmarcan dentro de la baja en el consumo para categorías específicas, en las más diversas latitudes. Basta observar las angustias de las fábricas japonesas de vehículos o de las industrias de electrodomésticos en Corea del Sur, para darse cuenta de que el huracán es fuerte y se siente en todas partes.Pero más allá de esa realidad, cabe preguntarse si en Colombia la contracción observada es soportable. Por ahora, la respuesta es afirmativa, pues si bien el país pasó de tener un superávit de 95 millones de dólares a un déficit de 166 millones entre un enero y otro, la cifra está dentro de los presupuestos hechos. Además, si las exportaciones se traducen a pesos es indudable que la mayor tasa de cambio compensa la caída observada, aunque esa es una cuenta engañosa para ciertas actividades. Pero, en general, habrá que esperar a que el año evolucione antes de hacer juicios definitivos, si bien resulta alentador ver que los exportadores nacionales no se han quedado quietos y algunos han logrado lo que muchos anhelan: crecer en medio de la recesión.